Los cigarrillos y el embarazo no son una buena combinación.
Fumar durante el embarazo puede:
- Duplicar la probabilidad de que el bebé nazca antes de tiempo
- Duplicar la probabilidad de que el bebé tenga bajo peso al nacer
- Duplicar la probabilidad de que el bebé muera durante, poco antes o poco después del parto
- Hacer que los pulmones de bebé no lleguen a desarrollarse por completo
- Aumentar la probabilidad de síndrome de muerte súbita (SIDS, en inglés), también conocido como "muerte en la cuna"
- Provocar problemas respiratorios como el asma
Fumar reduce el flujo de oxígeno al bebé de dos maneras:
- El monóxido de carbono presente en el humo del cigarrillo se adhiere rápidamente a los glóbulos rojos del bebé: cuanto más fume, más monóxido de carbono le pasará a su bebe
- La nicotina empeora la situación, al contraer los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluido el cordón umbilical
Muchos riesgos
Cuanto más fuma una mujer, mayores son los riesgos para su bebé.
- Fumar un paquete al día probablemente reducirá alrededor de media libra del peso de su bebé al nacer
- Fumar dos paquetes al día podría reducir una libra entera del peso de su bebé al nacer
Fumar uno o dos cigarrillos al día tampoco es seguro. En realidad, una fumadora embarazada solo tiene una opción. Debe abandonar el vicio, y cuanto antes lo haga, mejor.
Exposición al humo del cigarrillo
Su bebé respira lo que usted respira. Así que, incluso si no fuma, cada vez que alguien fuma en sus inmediaciones, usted inhala sustancias tóxicas como:
- Arsénico
- Formaldehído
- Cianuro de hidrógeno
Respirar humo de segunda mano expone a su bebé a muchos de los riesgos que se generarían si usted fumara. Estos riesgos incluyen bajo peso al nacer, parto prematuro, trastornos respiratorios y una mayor probabilidad de SIDS.
Fumar es malo para su bebé, ya sea que fume un cigarrillo o que respire el humo de otra persona.
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