Dr. Derek Robinson (00:01):
Hola, y bienvenidos a este seminario virtual sobre cómo venceremos al COVID-19. Esta es una presentación conjunta de Blue Cross and Blue Shield of Illinois y el Departamento de Salud Pública de Illinois. Soy el Dr. Derek Robinson. Vicepresidente y director médico de Blue Cross and Blue Shield of Illinois. Tengo el placer de tener aquí, como presentador invitado, al Dr. Garth Walker, del Departamento de Salud Pública de Illinois, donde trabaja como subdirector. Dr. Walker, ¿cómo está hoy?
Dr. Garth Walker (00:24):
Estoy bien. Gracias por recibirme, Derek.
Dr. Derek Robinson (00:27):
Es un placer contar contigo también. Ambos somos médicos del servicio de emergencias, pero hoy estamos fuera del departamento de emergencias, hablando al público, hablando a nuestra audiencia sobre cómo podemos proteger a nuestros familiares, compañeros de trabajo y amigos del COVID-19 y de qué manera podemos prevenir la transmisión; también queremos responder algunas de sus preguntas sobre las vacunas contra el COVID-19 que se están aplicando actualmente en todo el país. Comencemos por recordar a la gran cantidad de personas en los Estados Unidos que se han infectado con el COVID-19 y lo han sufrido, así como a las personas que perdieron la vida. Sin duda, hay muchos de ustedes entre el público que han sufrido personalmente los efectos de esta pandemia. Sé que Garth y yo también la sufrimos. Por eso es que no podemos dejar de reconocer la pérdida y el dolor que hemos experimentado en toda nuestra sociedad. Si observamos uno de esos cuadros en la pantalla, veremos que tiene algunos gráficos que realmente ilustran algunos de los períodos oscuros que hemos visto durante el último año con el COVID-19, donde hemos visto aumentos y disminuciones considerables en la tasa de infección. Muchos de ellos ocurrieron a lo largo de 2020, en particular, hubo un gran aumento a finales de año en noviembre, diciembre que se extendió hasta enero.
Dr. Derek Robinson (01:40):
Y, hasta ahora, en la primera parte de 2021 hemos visto que los casos han disminuido y, a medida que hemos visto más disponibilidad de vacunas y más optimismo en la sociedad, también hemos visto que las personas han empezado a bajar la guardia. Por lo tanto, existe la preocupación de si vamos a tener otro aumento de casos de COVID-19. Dr. Walker, sé que está en el frente de batalla en el estado de Illinois, también en comunicación con los líderes del sector de la salud pública en todo el país. Tenemos noticia de un ligero aumento de los casos de COVID-19 en algunas zonas, ¿en qué grupos demográficos estamos empezando a ver eso y por qué motivos?
Dr. Garth Walker (02:16):
Gracias Derek, y gracias por resaltar ese punto en particular. Si observamos los datos demográficos, vemos que determinadas poblaciones se ven más afectadas que otras, especialmente la población afroamericana y la latina. Parte de eso, los motivos y por qué creemos que pueden ser más susceptibles al COVID en comparación con otros grupos se debe simplemente a una multitud de razones, pero una de ellas son los determinantes sociales de la salud, de los que hablaremos más adelante. Pero si observamos las cifras, los latinos tienen la mayor tasa de positividad en todo nuestro estado, seguidos por las comunidades afroamericanas. Y si observamos las comunidades indígenas de todo el país, la tasa de positividad se ha mantenido relativamente constante a lo largo de la pandemia. Sin embargo, no solo observamos la positividad, sino también quiénes mueren a causa de la enfermedad. Por lo tanto, gran parte de nuestra comunicación se ha centrado en la asociación con organizaciones comunitarias que tienen una relación y confianza con esas comunidades, lo que nos ha permitido comunicar algunas de esas medidas eficaces para contribuir a la lucha contra este virus.
Dr. Derek Robinson (03:26):
Esta información es muy útil y, sin duda, hemos visto que las comunidades que ha mencionado se han visto afectadas de forma significativa por la pandemia, pero también estamos empezando a ver que los jóvenes son el principal foco de contagio en estos momentos. Explíquenos un poco cómo están cambiando las cifras entre los grupos etarios en esta primera parte del año. Los casos en general han bajado, pero estamos empezando a ver un aumento de casos en algunos grupos.
Dr. Garth Walker (03:50):
Así es. Por eso, un aspecto que tuvimos en cuenta cuando empezamos a llevar información a los diferentes grupos, así como las vacunas a los diferentes grupos, es priorizar quiénes corren más riesgo. Y las personas que corren más riesgo también suelen ser más conscientes. Y suelen ser las personas mayores. Si analizamos las cifras, vemos que las personas mayores de 50 años representan hasta el 98% de las muertes. Vemos que las tasas de positividad tienden a aumentar entre los grupos más jóvenes, en parte porque suelen sentirse universalmente invencibles. No ven que sus amigos cercanos enfermen, o simplemente no viven esa experiencia cercana con tanta frecuencia como vemos en los asilos y en las personas que suelen interactuar más con los ancianos. Pero lo que realmente tratamos de comunicar es que las acciones de todos importan y que todos son parte de la solución en la lucha contra este virus. Por lo tanto, hay que hablar con las personas más jóvenes que podrían ser vías de transmisión del virus, porque sabemos que todavía hay personas que son elegibles para vacunarse y que aún no lo han hecho, lo cual significa que tenemos que asegurarnos de ser disciplinados a medida que avanzamos.
Dr. Derek Robinson (05:14):
Sí, sin duda esto significa que las conversaciones en el hogar tienen que ser sinceras y honestas, ¿verdad? Porque las decisiones y las acciones de los individuos de los distintos grupos etarios pueden repercutir en la salud de todos los integrantes del hogar. Así que creo que el principal mensaje que tenemos aquí es que no queremos que las personas bajen la guardia. A finales del año pasado, principios de este, hemos visto una enorme ola en las tasas de infección, así como en las tasas de hospitalización. Y tenemos que ser prudentes con este virus. Porque todavía no estamos seguros de lo que puede ocurrir en el futuro. Por eso queremos que las personas no bajen la guardia. Siguiendo esta línea, dijimos que nuestra estrategia contra el COVID-19 consiste en que las personas deben asegurarse de cumplir con tres puntos clave, ¿de acuerdo? Es decir, mantener el distanciamiento. Mantener una distancia de al menos seis pies en lugares públicos. Usar mascarillas según las recomendaciones vigentes de los CDC de usar dos mascarillas de varias capas. Y el tercer punto es asegurarnos de tener una buena higiene de manos y lograr que las personas se laven las manos. Lo siguiente que debemos hacer es procurar un mejor tratamiento. Y para eso estamos en el frente de batalla tratando a los pacientes en la sala emergencias. Le haré una pregunta muy rápida, porque creo que es importante que el público escuche esto. ¿Tenemos actualmente una cura para el COVID-19?
Dr. Garth Walker (06:32):
No tenemos exactamente una cura, pero tenemos algunos recursos muy, muy eficaces. Y cuando hablamos de la vacuna y de por qué todos estamos tan ilusionados con ella es porque tiene tres beneficios potenciales. Uno es que reduce el riesgo de contraer COVID. Dos, reduce el riesgo de transmisión del virus por toda la casa, ya que la carga viral dentro del cuerpo es muy baja. Y, por último, es que mejora la evolución del paciente. En el caso de las personas de alto riesgo, por ejemplo, las personas con enfermedad renal en fase terminal,
que tienen hasta 11 veces más probabilidades de morir que una persona sana, si se vacunan (supongamos que se les aplica la vacuna de Moderna) representan ese 5% desafortunado, ¿está claro? Porque el 95% de eficacia de la protección contra el COVID-19 supone ese 5% desafortunado. O sea, que se contagian de COVID, pero en lugar de pasar por
una hospitalización muy, muy difícil, en la que hay que intubarlos, tal vez solo tengan algo de fiebre y escalofríos. Y si es así, es posible que solo tengan que tomar algunos medicamentos para el resfriado en lugar de ser hospitalizados, y tal vez solo necesiten descansar un día. Por lo tanto, estas vacunas son extremadamente importantes para luchar contra este virus. No son una cura, por lo que tenemos que seguir manteniendo el distanciamiento físico, el uso de mascarillas y el lavado de manos. Aunque es una noticia muy emocionante , aún no podemos ser invencibles. Tenemos que seguir siendo responsables mientras dure esta pandemia.
Dr. Derek Robinson (08:03):
Eso es totalmente cierto y estoy seguro de que nuestros espectadores están viendo algunos de los titulares en las diapositivas que tienen delante ahora mismo, y pienso que el recordatorio más importante aquí es que no tenemos suficiente capacidad hospitalaria para atender a todo el mundo si todos nos enfermamos. Sí, es cierto. Así que definitivamente tenemos que continuar con ese esfuerzo para aplanar la curva y evitar el contagio, para que no haya personas enfermas ni hospitalizadas. Por ello, no queremos bajar la guardia ante el avance de la pandemia. Dr. Walker, durante el último año hemos escuchado muchos términos relacionados con el COVID-19 y las disparidades en la salud y la equidad en la salud. Y quiero dedicar unos minutos a orientar a nuestra audiencia, porque usted comenzó a hablar sobre algunos de estos temas antes, y me parece que deberíamos dedicar unos minutos a explicarlos en detalle.
Dr. Derek Robinson (08:49):
Es posible que todos hayan oído el término equidad en la salud, y equidad significa garantizar que todos tengan una oportunidad justa y equitativa de estar lo más sanos posible. Significa que hay que eliminar los obstáculos y las barreras que pueden impedir que una persona tenga la oportunidad de gozar del mejor estado de salud posible. En este sentido, debemos trabajar continuamente para evaluar las diferencias que puedan existir en los resultados de salud. Y habitualmente nos referimos a algunas de esas diferencias en los resultados de salud como disparidades en la salud, cuando hay determinadas poblaciones que tienen un resultado de salud diferente en relación con otras poblaciones. También es posible que uno escuche el término disparidades en la atención médica, y cuando hablamos de disparidades en la atención médica nos referimos a las diferencias en la forma en que se proporciona atención médica a diferentes poblaciones en relación con otras. Existe otro término llamado determinantes sociales de la salud. La diapositiva contiene una ilustración interesante en la que aparece una persona con todos estos elementos a su lado. Dr. Walker, ¿podría tomarse un par de minutos para explicarnos qué son los determinantes sociales de la salud? Los dos somos médicos y estamos muy comprometidos con la atención médica. Somos médicos del servicio de emergencias. Así que sabemos lo que significa involucrarse y marcar la diferencia, pero parece que estos determinantes sociales de la salud tienen un gran impacto en la salud de las personas.
Dr. Garth Walker (10:02):
Tiene toda la razón. Dr. Robinson, creo que ha acertado con su definición de las disparidades en la atención médica y lo que hacen esas disparidades es ofrecer una oportunidad para investigar por qué existen esas diferencias. Y pienso que eso es una gran transición a los determinantes sociales de la salud. ¿Cuáles son algunos de los problemas que interfieren en la capacidad de las personas para gozar de buena salud? El lugar en el que viven, el trabajo que realizan, la cultura que tienen, la geografía en la que se encuentran a la hora de acceder a alimentos saludables. Pero lo que demuestra este gráfico es que el 80% del perfil de salud de una persona depende de esos determinantes sociales de la salud. Y aproximadamente solo el 20% corresponde a aspectos intrínsecos de la salud. Si pensamos en la capacidad de las personas para protegerse contra el virus, en su capacidad para obtener sus medicamentos o en la forma en que los obtienen, podemos explicar por qué existen estas disparidades y por qué tenemos que investigar un poco más sobre estos problemas. Lamentablemente, la mayoría de las veces se trata de problemas raciales y económicos, lo que supone otra oportunidad para entender por qué existen estos problemas y hacia qué tipo de problemas hay que orientar los recursos.
Además, como profesionales médicos, como usted ha mencionado, hay que entender bien las experiencias de nuestros pacientes —lo que probablemente sea la parte más difícil de nuestro trabajo— en lugar de tratar al paciente, tratar los ataques cardíacos y otros problemas similares, y procurar que no vuelvan a la sala de emergencias.
Dr. Derek Robinson (11:48):
No, tiene toda la razón. Y sigamos con el tema porque nuestra siguiente diapositiva muestra algunos de los gráficos de las diferentes tasas de infección por raza y etnia, por ejemplo, y las tasas de mortalidad. Y usted habló de eso un poco antes. El lego en la materia puede ver esto y preguntarse ¿qué significa eso? Que hay algún tipo de predisposición genética que provoca estas diferencias en la tasa de infección y la tasa de mortalidad, pero las investigaciones demuestran que no es así, ¿verdad? ¿Podría explicarnos brevemente cuáles son algunas de las diferencias que observamos en nuestras minorías de afroamericanos, hispanos e indígenas estadounidenses en cuanto a la cantidad de generaciones que viven en un hogar o al uso del transporte público? ¿Qué entendemos al respecto? Y luego, me gustaría que nos explicara uno de los artículos que escribió y que se publicó el año pasado, en el que hablaba de su experiencia a la hora de ayudar a un amigo y su familia.
Dr. Garth Walker (12:44):
Claro. Una de las cosas que entendemos cada vez más como parte del proceso, porque no podemos predecir todo, es que algunas poblaciones tienen que adaptarse de manera diferente. Y a veces es injusto. Hizo referencia al artículo que escribí... Estaba con mi esposa y uno de nuestros amigos nos llamó y nos contó que su madre estaba enferma, perdón, no estaba enferma. Ella tenía una compañera de apartamento que estaba enferma, que tenía COVID-19 y su abuela tenía varios problemas de salud y no tenían otro lugar al que pudiera ir su abuela. Era un apartamento de dos habitaciones, de unos 1,500 pies cuadrados, donde vivían seis personas. Y no tenían un lugar donde alojar a su abuela. Así que les dije que tenían que distanciarse físicamente, lavarse las manos y ponerse una mascarilla. Pero cuanto más hablábamos, más irracional parecía esa situación. Pero cuanto más hablábamos, más irracional parecía esa situación. Y al pensar en la transmisión y en el COVID-19 y en cómo se propaga, lo que ocurre es que en esos entornos las personas no pueden elegir. Las personas no siempre pueden elegir entre quedarse en casa y no trabajar, o tal vez trabajar prácticamente como se pueda, o poder desplazarse físicamente a otra casa o trasladar a alguien que pueda estar enfermo a otra casa. Por eso tenemos que pensar en estas cuestiones y en las poblaciones que pueden tener un porcentaje elevado de grupos que viven el día a día. Tenemos que ser mucho más conscientes de nuestras acciones, así como de nuestras soluciones, y ser creativos en la forma de abordar esas soluciones.
Dr. Derek Robinson (14:42):
Es muy interesante cómo la pandemia ha dejado al descubierto diferencias que han existido durante mucho tiempo en cuanto a cómo viven las comunidades, cómo interactúan y cómo trabajan; y la aparición de un virus contagioso y mortal que no habíamos visto antes en la humanidad ha puesto de manifiesto estas diferencias. De hecho, Dr. Walker, si empezamos a observar los cambios en la expectativa de vida, vemos que hay un estudio reciente acerca del total de muertes en los Estados Unidos en 2020. Y solo en los primeros seis meses del año, perdimos un año completo de expectativa de vida en los Estados Unidos. También hemos visto que los resultados son diferentes según las subpoblaciones. Los hombres afroamericanos, por ejemplo, como usted y yo, hemos perdido tres años de expectativa de vida solo en los primeros seis meses del año pasado. Estos datos no reflejan la tercera ola que se produjo a finales de año. En cuanto a los hombres hispanos y latinos, estimo que han perdido dos años y medio de expectativa de vida. De modo que esta situación sin duda tiene un impacto muy real en nuestras comunidades. Y sabemos que, a nivel nacional, además del excelente trabajo de los departamentos de salud pública, las farmacias van a ser un importante método de distribución de la vacuna.
No obstante, sabemos también que en algunas comunidades ha surgido la expresión "desiertos farmacéuticos", es decir, que en algunas comunidades minoritarias o rurales ya no quedan farmacias. Como profesional de la salud pública, usted ha estado en el frente de batalla tratando de remediar algunas de esas disparidades en el suministro de vacunas a las comunidades que posiblemente no dispongan de esos recursos. ¿Puede mencionar dos ejemplos de algunas de las soluciones que los profesionales de la salud pública de todo el país están aplicando para superar algunos de esos obstáculos?
Dr. Garth Walker (16:34):
Muchas gracias, Dr. Robinson. Una de las principales iniciativas es establecer relaciones con los departamentos de salud locales, así como con las organizaciones comunitarias de todo el estado, de todo el país, para que podamos comunicarnos con los diferentes departamentos de salud locales y conocer cuáles son sus dificultades específicas. Y cuando nos referimos al problema de los desiertos farmacéuticos —poblaciones que quizás no tengan un acceso equitativo a las vacunas por no tener muchas farmacias— ¿cómo podemos preparar sitios o asociarnos con diferentes organizaciones comunitarias con mayor presencia local? Eso es lo que estamos haciendo en la ciudad ante una mayor incidencia de casos de COVID, además de asociarnos con organizaciones para distribuir las vacunas a esos grupos y tratar de reducir las tasas de positividad. Aunque a menudo se necesita mucha intencionalidad, pero también mucha vigilancia para asegurarnos de obtener los datos correctos y ser conscientes y capaces de anticipar cuáles son esas brechas, de modo que podamos garantizar el control de los brotes y, en definitiva, salvar vidas, porque poder llevar la vacuna a esas comunidades salva vidas.
Dr. Derek Robinson (17:58):
Un punto al que se ha referido es que hay que generar confianza aprovechando las organizaciones comunitarias. Y quiero dedicar unos minutos a hablar de la desconfianza, porque sabemos que nuestro sistema de salud no es perfecto. Está claro que existen algunos problemas históricos y contemporáneos. Y sabemos que en determinadas comunidades, ya sea la comunidad de indígenas estadounidenses, la comunidad afroamericana y otras, la atención médica que reciben es diferente a la que recibe la mayoría de los habitantes de nuestro país. En esta diapositiva, vemos algunas imágenes de los conocidos episodios que dañaron el nivel de confianza en la atención médica, como el experimento Tuskegee sobre la sífilis y la historia de Henrietta Lacks, de la que estoy seguro de que muchos han leído el libro o han visto la película. Existen algunas razones legítimas por las que algunas comunidades pueden desconfiar de nuestro sistema de salud
y de nuestro gobierno, sobre todo en lo que respecta a este esfuerzo por mejorar las vacunas. Por eso pienso que parte de lo que estamos debatiendo hoy es tratar de distinguir la diferencia entre esas cosas que han sucedido en el pasado, o incluso recientemente, y el esfuerzo por vacunar a los estadounidenses contra el COVID-19 para prevenir realmente la transmisión del virus y salvar a todas las comunidades, lo cual es sumamente importante. En 2020 se publicó una encuesta sobre la experiencia de los estadounidenses adultos con la atención médica. Y 1 de cada 5 estadounidenses adultos dice haber experimentado alguna forma de discriminación en el sistema de salud, ya sea por su sexo, peso, ingresos o estado de seguro. Y uno de los aspectos más destacados es la discriminación que sufren según la raza y el origen étnico. Sabemos que existen algunos obstáculos estructurales en nuestro sistema de salud que pueden impedir el acceso a los servicios de atención médica. Están los determinantes sociales de la salud, como por ejemplo, la posibilidad de que las personas tengan acceso a un medio de transporte y puedan acudir a un centro de vacunación masiva. Y también los problemas de confianza. En definitiva, intervienen todos estos factores y nos plantean desafíos específicos. Incluso dejando un poco de lado las experiencias de las comunidades minoritarias, vemos que, en general, el discurso político del último año ha hecho que la gente no confíe en nuestras instituciones. Es por ello que vimos un alto nivel de preocupación o reticencia de las personas a vacunarse, pero empezamos a ver que la tendencia avanza en la dirección correcta. Usted ha
participado en muchas conversaciones. ¿Cuál es su sensación en este momento en cuanto a la predisposición de las personas o las comunidades a vacunarse?
Dr. Garth Walker (20:44):
Soy optimista, creo que cuanto más nos unamos y más nos comuniquemos —no me refiero solo al Departamento de Salud Pública de Illinois (IDPH), sino a muchos grupos en todo el estado y la ciudad— podremos ver un cambio. Al principio, el porcentaje de indecisos sobre la vacunación rondaba el 60% entre la población afroamericana, por lo que aproximadamente el 40% quería vacunarse. Ahora vemos que esa cifra se redujo significativamente. Y en cuanto a lo que usted señala, hay mucha desconfianza, pero gracias a esa comunicación, a esa asociación con diferentes organizaciones, estamos resaltando muchos de los problemas y preocupaciones que pueden tener las comunidades. Y una de las cosas que las comunidades quieren saber es quién responde por ellas. Qué tipo de aval tienen, más allá de los datos científicos. Así que, por ejemplo, la National Medical Association (la asociación de médicos afroamericanos) analiza de forma independiente si esta vacuna afecta más a las poblaciones afroamericanas o no, o si hay más reacciones adversas para las poblaciones afroamericanas en comparación con otras. Y al final, recomiendan que hay que vacunarse. También destacamos que hay médicos afroamericanos que se vacunan y cada vez son más los médicos afroamericanos que aparecen en las redes sociales y publican sus vacunas. O podría ser otro momento de nuestra vida. Y esas acciones son importantes, porque necesitamos saber que no hay riesgos y que la historia es diferente a la anterior. También es importante hablar del contexto y el impacto que tiene esto en nuestra comunidad, no solo desde el punto de vista médico, sino también social y económico, y los líderes que hemos perdido en el camino. Gracias a ese debate, hemos podido ver algunas mejoras en las minorías. Pero, como usted dijo, todavía nos queda mucho por hacer. Y hay grupos que manifiestan su desconfianza.
Dr. Derek Robinson (22:49):
Sí, es muy bueno escuchar eso. Y sé que tenemos algunos datos que muestran, al menos al principio de los esfuerzos de vacunación, que hubo un menor porcentaje de afroamericanos que se vacunaron en los estados que recopilan esos datos demográficos. Ahora bien, creo que sus comentarios nos recuerdan por qué es importante recopilar una serie de datos demográficos diferentes a la hora de ofrecer atención médica, ¿verdad? Porque podemos ver diferencias en la aceptación de la vacunación entre hombres y mujeres o por grupos raciales y étnicos. También encontramos datos sobre las afiliaciones políticas y cómo podrían aparecer diferencias en la aceptación de las vacunas. Lo importante de todo esto es que nos permite, a los profesionales de la salud pública, modificar el mensaje y las tácticas para atraer a los distintos grupos y ayudarlos a resolver las dudas o preocupaciones que puedan tener. Para ello, debemos hacer un cambio de dirección, ya que queremos que las personas pasen de la desconfianza y la preocupación a convencerse de que tienen que vacunarse. Aquí vemos algunas imágenes en la diapositiva. Me veo a mí mismo, creo que también lo veo a usted. Recibí mis dos dosis de la vacuna, la primera en diciembre del año pasado y la segunda en enero de este año. ¿Y usted?
Dr. Garth Walker (24:09):
Me vacuné, estoy vacunado desde hace unos dos meses. Recibí las dos dosis. Me aplicaron la segunda dosis
el 21 de enero.
Dr. Derek Robinson (24:19):
¡Estupendo! Es importante que seamos comunicadores creíbles sobre este tema. No se trata de decirles a las personas que vayan y hagan lo que uno no ha hecho. A las personas les molesta un poco eso, ¿no?
Dr. Garth Walker (24:30):
Sí, claro. No se puede seguir con este tipo de debate y no estar vacunado o no pensar
en vacunarse.
Dr. Derek Robinson (24:39):
Tenemos un gráfico en la pantalla que incluye tres de las vacunas autorizadas por la FDA que se distribuyen en los Estados Unidos. Dos de esas vacunas vienen en dos dosis. La otra es una vacuna de una sola dosis. Hay algunos datos sobre la cantidad de vacunas que se han administrado hasta la fecha en que se publicó este gráfico. ¿Puede hablarnos un poco de la siguiente diapositiva en la que se abordan algunas preocupaciones muy específicas respecto a la vacunación de las embarazadas? O si las personas con enfermedades autoinmunes o que hayan tenido COVID anteriormente deberían vacunarse y cuánto tiempo deberían esperar antes de vacunarse.
Dr. Garth Walker (25:22):
Con respecto a, suelo decir las personas con necesidades especiales, pero también podría incluir a las personas que simplemente tienen un problema médico muy particular, recomiendo que consulten al médico con frecuencia. Incluiré también a las embarazadas. Si está embarazada y tiene alguna duda sobre la vacuna, hable con su ginecólogo-obstetra, porque será la persona que mejor le pueda aconsejar , ya que conoce su perfil de salud y su historia médica. No obstante, en general, el American College of Obstetrics and Gynecology recomienda que se vacunen porque cuando comparan el riesgo de contraer COVID con los efectos secundarios de la vacuna, consideran que es más seguro vacunarse. Si padece alergias, y cuando digo alergias puedo enumerar cuatro o cinco tipos de alergias, hable con su médico. Uno de los efectos secundarios más graves es la anafilaxia y el Dr. Robinson ya lo ha abordado un millón de veces, pero piense en una reacción alérgica realmente grave en la que el cuerpo se hincha y la voz cambia. Es necesario que le apliquen una inyección. Es posible que tenga que recibir esa inyección de epinefrina o EpiPen. Consulte con su profesional médico. Puede que el médico le indique que se vacune de todos modos, con la diferencia de que permanecerá en observación un poco más de tiempo que los demás: en lugar de 15 minutos, probablemente estará en observación durante 30 minutos.
Dr. Derek Robinson (26:42):
Solo voy a añadir una cosa, Garth, sabemos que la probabilidad de tener una reacción alérgica es bastante baja, ¿correcto? Ahora bien, sabemos también cómo tratar las reacciones alérgicas. Con el COVID, estamos aprendiendo a mejorar el tratamiento, pero no podemos curar la infección, acabar con la infección. En el caso de las reacciones alérgicas, tenemos un algoritmo que nos permite controlar esto, ¿correcto?
Dr. Garth Walker (27:05):
Correcto. Solo comento rápidamente algunas cifras, de los primeros 1,2 millones, 10 personas tuvieron reacciones anafilácticas. Lo cual indica que es menos arriesgado vacunarse que tener un accidente automovilístico durante las actividades cotidianas. Pero en cuanto a la última parte, si usted ya ha tenido COVID, es recomendable que se vacune. Y creo que este es un punto muy importante para hablar rápidamente. La recomendación es esperar 90 días, porque creemos que las personas tienen alguna forma de inmunidad natural, es decir, alguna protección que el cuerpo desarrolló. No obstante, hemos visto casos de reinfección. Ahora bien, la razón por la que decimos que todos deben vacunarse incluso si han tenido COVID es porque cuando analizamos la situación mundial, vemos un incremento de las variantes de COVID-19 que difieren un poco de la original, lo que podría complicar la eficacia de la vacuna. En este momento, la vacuna es eficaz contra todas las variantes, pero cuanto más tardemos en vacunar a todas las personas, mayor será la posibilidad de que aparezca otra variante completamente diferente en nuestra comunidad.
Dr. Garth Walker (28:18):
Y será entonces cuando veamos que el brote empieza a aumentar, será entonces cuando empecemos a ver que en nuestros hospitales, como dijo el Dr. Robinson, nos pondremos muy nerviosos por la acumulación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y nos resultará muy, muy difícil tratar algunas de las emergencias más cotidianas que vemos habitualmente. Así que quería asegurarme de que habláramos de ello, porque es una cuestión que se plantea muy a menudo, y creo que también explica la urgencia de asegurarnos de reducir la tasa de nuevas variantes.
Dr. Derek Robinson (28:52):
Sin duda es así. Estamos en una carrera contra las variantes. Y definitivamente tenemos que alcanzar la inmunidad de rebaño, lograr vacunar entre el 80% y el 85% de nuestra población en un futuro cercano. Estamos en la última parte de este seminario virtual donde haremos un breve intercambio de información. Vamos a ser los encargados de derribar algunos mitos. Porque hay muchos mitos que se interponen entre las personas y la vacuna. Entonces, repasemos algunos de esos mitos. El mito número uno es que la vacuna no es segura. Se precipitó el proceso, se violaron todos los protocolos de seguridad y no es segura. ¿Eso es verdadero o falso?
Dr. Garth Walker (29:27):
Falso. Esta es, por lejos, la vacuna más estudiada de todos los tiempos. Son muchos los científicos que la estudian. Esta es, por lejos, la vacuna más estudiada de todos los tiempos. Son muchos los científicos que la estudian. En parte, la eficacia de la vacuna se debe a que se ha avanzado mucho, pero la ciencia en la que se basa es la misma que se aplica a todas las vacunas que se administran a los niños en las consultas pediátricas y a las mujeres durante el embarazo.
Dr. Derek Robinson (29:52):
Bien. Segundo mito: la vacuna no hace efecto en personas obesas.
Dr. Garth Walker (29:59):
Mito. De hecho, lo que queremos es que las personas obesas, que tienen comorbilidades, se vacunen. Vemos que las personas que tienen comorbilidades experimentan más dificultades y no evolucionan favorablemente cuando tienen COVID. Por eso, son uno de los grupos en los que queremos garantizar la vacunación.
Dr. Derek Robinson (30:17):
El siguiente mito es que el virus está en la vacuna. Y si me vacuno, puedo contraer
COVID por haberme vacunado.
Dr. Garth Walker (30:32):
Es falso. Si pensamos en las tres vacunas disponibles, encontramos un vector viral y dos vacunas de ARNM, y voy a hacer una analogía muy breve. Ambas hacen lo que se supone que tienen que hacer, que es preparar tu sistema inmunitario para luchar contra el virus. Así que si soy un boxeador y entro en un ring con alguien que tiene un estilo muy específico, contra el que no me he preparado, voy a ser noqueado muy pronto o moriré. Pero si tengo tiempo para prepararme para ese rival, es decir, ponerme en modo Rocky, ver videos y ponerme en forma , voy a resistir más tiempo o voy a vencerlo. Eso es lo que hacen estas vacunas. Exponen su sistema inmunitario, lo preparan para luchar contra algo que era nuevo, pero que ya no lo es, porque mostraron una parte del virus a nuestro sistema inmunitario.
Dr. Derek Robinson (31:26):
¡Genial! En la siguiente diapositiva, tenemos muchos mitos más, pero solo mencionaré los más importantes. El virus no tiene un microchip. Si se vacuna contra la gripe, esta vacuna no lo protege contra el COVID. Por lo tanto, es necesario vacunarse contra el COVID para protegerse del virus del COVID. En definitiva, queremos asegurarnos de que estamos proporcionando buena información como recursos fiables a todos los participantes de nuestra audiencia para que puedan ir a vacunarse y animar a las personas y sus familiares a vacunarse también. Para terminar el debate de hoy, quiero recordarles que seguimos observando diferencias significativas en la tasa de infección y la tasa de mortalidad en algunas poblaciones diferentes. Así que es muy importante que todos seamos conscientes de lo que podemos hacer para protegernos.
Dr. Derek Robinson (32:16):
Y ya sabemos que el uso de mascarillas funciona. Sabemos que es importante lavarse las manos y mantener el distanciamiento. Hay mejoras en el tratamiento del COVID, pero no hay cura para el COVID. Así que es muy importante que nos vacunemos. Y como señaló el Dr. Walker, estamos en una carrera contra las variantes. Y por eso tenemos que asegurarnos de vacunar a nuestras comunidades, lo que nos permitirá volver a la normalidad en algún momento en el futuro. Pero también debemos asegurarnos de no bajar la guardia. Tenemos que defender los logros alcanzados y ser humildes. Este virus nos tomó por sorpresa el año pasado. Una vez más, queremos asegurarnos de que hacemos todo lo posible para protegernos y para que podamos progresar y tener una economía sólida.
Dr. Derek Robinson (33:05):
Si quieren obtener más información sobre el COVID-19, las medidas de protección y la vacuna, les recomendamos que visiten el departamento de salud pública de su localidad. Si se encuentran en el estado de Illinois, les recomendamos que visite el sitio web del Departamento de Salud Pública de Illinois. Allí encontrarán una gran cantidad de información. También encontrarán mucha información útil en el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades o CDC. Una vez más, Garth, muchas gracias por acompañarnos hoy. Ha sido un placer que nos acompañes. No estamos en la sala de emergencias pero estamos marcando una diferencia en la vida de muchas personas. Y nos complace que nos ayude a transmitir este mensaje.
Dr. Garth Walker (33:43):
¡Muchas gracias, Derek, y gracias a Blue Cross Blue Shield por recibirnos!
Dr. Derek Robinson (33:46):
Ha sido un placer. Así que muchas gracias a todos. Que tengan un buen día. Y gracias por participar en el seminario virtual de hoy.
4 de junio de 2021
Únase al Dr. Garth Walker, subdirector del Departamento de Salud Pública de Illinois, y al Dr. Derek Robinson, director médico de BCBSIL, en un debate dinámico sobre la vacuna contra el COVID-19. Durante este encuentro, desmentirán los mitos más conocidos sobre la vacuna contra el COVID-19 y proporcionarán información sobre la seguridad y la eficacia de la vacuna.
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